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14 julio, 2011
Opinión
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Creo que la política se está convirtiendo poco a poco en una religión. Muchos de los que la siguen y se consideran de izquierdas, de derechas o de vete tu a saber ya no discuten reformas o leyes para el pueblo, sólo se posicionan, y ante esa posición no aceptan ni un ápice de cambio.

Como en la religión, el grado de fe en la política está siendo excesivo. La religión se basa sólo en esto (la fe), con lo cual es lógico y normal, pero en la política no entiendo cual es el motivo por el que la gente cree de manera tan extremista en su partido y actúe como actúe este, se le siga hasta el final despreciando a todo aquel que piensa distinto a él.

Todo esto viene porque ayer por la noche se creó un debate en 59 segundos de TVE donde, entre otros, habían un representante juvenil del PP y otro del PSOE.
Todos los presentes eran menores de 30 años creo recordar. Pero aún siendo jóvenes los partidarios de PP y PSOE demostraban su ultrapartidismo. Todos los argumentos que emitían iban con la respectiva coletilla “nosotros hemos hecho” y “ellos no han hecho”, siendo esto un grave síntoma de fe en su partido y demostrando con ello poca coherencia.
Hablaba de fe porque me parece extrañísimo que personas menores de 30 años hablen con tanta fuerza sobre medidas, leyes, organismos públicos, crisis financiera, etc. y se acusen al contrario de deberes sin hacer, cosas pendientes, etc. Creo MUCHO en los jóvenes para hacer política, como reflejo en un anterior post, pero sin extremismos de este tipo. Aunque viendo lo que vi anoche, tal vez los jóvenes no tienen cabida en este sistema político.

Yo reconozco que me la «repanpinfla» la política de hoy. Digo de hoy porque pienso que la política es diferente, no es lo que hoy nos están vendiendo.
Si una cosa he aprendido e interiorizado a lo largo de mis 26 años, aunque habría que contar algunos menos ya que de niños pasamos de este tipo de cosas, es que la política está hecha para el pueblo; que el dinero que se consigue mediante impuestos es para ser devuelto al pueblo, que las instituciones públicas son para repartir el poder al pueblo, y que, entre un largo etcétera de argumentos, en definitiva, los políticos están para servir al pueblo.

Los políticos o la gente que se quiere dedicar a la política hoy no veo que hagan esto precisamente. Hoy sólo buscan su beneficio personal. Somos tan individualistas y egoístas que despreciamos ideas de otros lados (izquierda, derecha, arriba, abajo, centro…). Consideramos que la sabiduría de nuestro partido es nuestra ley, por ella nos regimos y de ahí tanto desprecio hacia nuevas corrientes.
Espero que todo esto cambie algún día y se vuelva a la política de la calle, donde los bienes materiales son algo extra y no algo primordial como lo son hoy.

Del debate de anoche me quedo con varias cosas.
Una: Un emprendedor aprende a cada paso (el caso de Pau). Sabiduría constante. Práctica demostrada.
Dos: Los representantes políticos son ultrapartidistas y sin capacidad de análisis (interno y externo).
Y Tres: El mundo puede (y debe) regirse de otra forma (representante de Democraciarealya y representante de ATTAC)

Victor Almonacid
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Creador y CEO de Drealm Marketing ONline
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