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8 febrero, 2011
Marketing
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Así, con cara de sorpresa, se han quedado muchos cuando su empresa les ha comunicado que prescinden de su rendimiento acusando una crisis global que ha llevado a esta a despedir trabajadores y que por desgracia les ha tocado a ellos. Una desgracia familiar que puede servir para espabilar mentes acomodadas.

Y las previsiones dicen que esto seguirá por un tiempo. Para cambiarlo se debe cambiar de mentalidad o se seguirán produciendo despidos de trabajadores, cerrando empresas, creando paro, etc.

Estamos en pleno proceso de cambio, lo duro ya ha pasado, más de 4.000.000 de parados en España, pero aún así hay gente que se resiste a dar el cambio de dirección. Ya sea por vaguería, por acomodación o por orgullo. Estos últimos son los que además dicen que si todo fue bien en el pasado se podrá volver a aquella senda haciendo lo mismo de siempre. Que equivocados están.

Hay frases como “tengo un empleo estable” o “busco un empleo estable” que tienen que desaparecer de nuestro vocabulario para siempre. Dañan a uno mismo, en lo personal y lo profesional.
Tenemos que tener algo claro: Lo que antes pasaba ya nunca volverá a pasar. Este es un verdadero cambio, una revolución en todos los ámbitos, no se salva nadie, que implica de estar siempre al tanto de todo, informado, de aprender continuamente y de evolucionar a cada paso.

Hoy el empleo es circunstancial. Todo lo contrario que antes. El empleo estable se esfuma, y aún siendo empresario o jefe deberás siempre reciclarte. Haciendo lo mismo que has hecho siempre te llevará a lo que les está llevando a muchos actualmente, al caos más absoluto. Te quedarás obsoleto a los dos días.

Y con todo este cambio, las personas terminaremos convirtiéndonos en empresas de nuestras propias habilidades y talento, deberemos crear valor propio, mediante campañas de marketing propias, promocionarnos, autoformarnos e intentar encontrar empleos para los diferentes momentos de nuestra vida. Cuando uno sea joven deberá buscar empleos donde nutrirse, donde poner en práctica conocimientos adquiridos con el tiempo, donde especializarse, siempre sin dejar de lado la autoformación. Y cuando uno sea más viejo buscará empleos donde enseñar y demostrar todo lo aprendido. Porque trabajos hay de muchos tipos, sólo debemos saber cual nos conviene en cada momento. Nunca debemos estancarnos en uno porque no avanzamos profesionalmente.

En la actualidad, existe una clase social que está a punto de pegar el campanazo “para mal”. Son los funcionarios, personas acomodadas, con su empleo estable, sin posibilidad de ser despedidos y beneficiarios de un sueldo “decente” para seguir viviendo. A estos, debe aplicarse pronto unas medidas que les priven de estos privilegios que los trabajadores “normales” no tienen. Medidas que hagan bajar del limbo a los funcionarios para seguir siendo gente «normal».

Según mi punto de vista, se deben hacer controles exhaustivos de rendimiento y quien no rinda, debe ser despedido. Ni más ni menos. Productividad y sostenibilidad pura y dura. Seguramente sobrarían la mitad de los trabajadores actuales si esto se aplicara y además, en el caso del funcionariado, añadiríamos todos aquellos que ahora están estudiando para serlo y que su única razón para hacerlo es por los privilegios mencionados.

Lo que está claro es que se debe dar el cambio cuanto antes, estamos en pleno periodo de «transición sostenible». Es necesario lo que  es necesario, ni más ni menos. Lo que sobra es todo lo que está por encima de lo necesario. La abundancia ha terminado para siempre.

Victor Almonacid
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Creador y CEO de Drealm Marketing ONline
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