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En el momento que Guardiola, uno de mis prototipos de inspiración, hace algo que no se considera ético ni moral, se le ataca desproporcionadamente. Tal vez sea que estos descuidos suelen producirse cada largo periodo de tiempo, pero lo que está claro es que en cualquier oportunidad se destaca para mal su comportamiento, no sé si fruto de la envidia o de algún tipo de recelo.

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Algunos intentan compararlo con Mourinho, otros dicen que nada que ver, yo soy de la segunda opinión. Si no me gustan las comparaciones de por si, menos me gusta esta. Son dos personas diferentes en todos los aspectos, sólo se puede decir que se parecen en que son muy competitivos, pero los dos utilizan armas bien diferentes.

Guardiola es de las personas que más valores positivos transmite. Posee la serenidad y la cabeza fría para analizar lo que le rodea en cada momento y actuar en consecuencia. Aparte de esto, combina su frialdad con la parte más sensible y emocional, esa que si te dejas llevar no sabes como puedes acabar. Esta combinación es lo que te convierte en una persona muy polivalente.

Todos somos humanos. Guardiola también se deja llevar a veces. Todos sentimos y es por esto la reacción que tuvo con Cristiano Ronaldo el pasado lunes en el Camp Nou. Se dejó llevar por el ambiente e intentó ningunear a Cristiano con el balón. Supongo que viendo el video se dará cuenta que falló en ese momento.

El problema raiz de esto y que no se valora, es que… cuando Mourinho está en estado de reposo (sin emociones a flor de piel de por medio) habla sin respeto y despreciando lo que le rodea. En cambio, Guardiola, en estado de reposo guarda las formas, valora al rival y su actitud no es irrespetuosa con nadie. Es lo que la gente no entiende, Guardiola puede tener también su pronto o su carácter “agresivo”, como todos, pero se deben valorar a las personas por su estado en reposo no por sus momentos puntuales de excitación. Pero claro, la prensa deportiva hoy es la prensa rosa de mañana.